Un jardín para mi cabeza... |
Cuando llego a este hogar pensó…
“Qué bueno acá seguro me van a cuidar mucho…”
“¡Se ha equivocado!”… Lo hemos puesto a prueba… Dejamos que sus pelos crezcan lo suficiente para exponerlo a los más terribles desafíos que haya imaginado…Tormentas, vientos, cambios abruptos de temperatura, tironeos de pelo…en fin. Toda una estrategia para su desarrollo a largo plazo…para que cuando sea un hombre adulto, sea un ser pensante y sus logros nazcan a partir del propio sacrificio.
Hoy sus pelillos se están secando. Se le están cayendo…uno por uno. Hoy sus pelos respiran libertad...
VIVAN LOS PELADOS!